Ante la inquietud que me produce el odio de una parte de la sociedad, entre ellos algunos miembros de mi familia traté de entender de donde viene ese odio y busqué explicación en conceptos ajenos al puramente político.
Como me gustan los números y los datos para intentar entender la realidad, me puse a pensar qué pasó con la población en Argentina desde mediados del siglo pasado.
La gran inmigración europea es de principios de sigo XX y también la hubo, aunque en menor cantidad y proporción de 1940 a 1950 por la guerra civil en España y la segunda guerra mundial.
La evolución de la población argentina en números es:
En el año 1914 8.000.000 En el año 1947 15.000.000 En el año 1955 19.000.000
En el año 1960 20.623. 000 En el año 2001 36.200.000 En el año 2013 41.446.246
La población de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, absorbe casi el 40% de esa población.
Hasta 1945 y, sobre todo de principios de sigo al año 30, casi toda la población de la capital se había educado en algún país europeo. Pero, a partir de entonces y sobre todo después de 1955 el aumento de población que suma algo más de 20.000.000 y que sigue concentrándose en su mayor parte en la conurbación del Gran Buenos Aires, deriva del aumento vegetativo y de una inmigración que llega de países limítrofes o también, aunque en menor número, asiáticos. En ambos casos, el nivel cultural y la capacidad de desarrollo económico se van distanciando cada vez más del sector de población derivada de la oleada de inmigración europea ya establecida en el país. Recién en estos últimos años, debido a la crisis en Europa vuelve a haber una inmigración proveniente de países europeos, muchos descendientes de argentinos emigrados por razones políticas que tienen mayor nivel de adaptación a la sociedad compleja actual.
Hay. por lo tanto, una enorme diferencia entre un sector y el otro. El que deriva de la inmigración europea, hoy tercera generación, se siente superior, una aristocracia que es la que genera, en gran medida, la enorme oferta cultural de Buenos Aires. Los otros son, para ese otro sector, los “grasas”, los “vagos”, los “villeros”. El acceso de esas masas mucho menos desarrolladas en relación con la estructura compleja de la sociedad actual, es una tarea ineludible que está asumiendo el gobierno actual y que los habitantes provenientes de la élite europea, desprecia, considera que abusan de las ayudas del gobierno sin entender que la adaptación a una sociedad compleja exige apoyo y esfuerzo de la comunidad
En Argentina, igual que en casi todos los países del mundo, hay sectores sociales que desprecian al sector de la sociedad marginal que deriva de niveles culturales y económicos que les hace difícil asumir la complejidad de la vida actual y insiste en su incapacidad, en el abuso en relación con las acciones del gobierno para integrarlos y el esfuerzo para intentar en pocas generaciones adaptarlos al nivel cultural y tecnológico adquirido por el país en su conjunto, lo que hoy se llama «inclusión». Para eso, entre otras cosas, las universidades gratuitas, la labor del Conicet, los planes de viviendas y las ayudas por hijos, las notes a los colegios públicos y tantas otras acciones tendentes a ese fin.
Se habla de una Argentina abstracta, de la que se olvida la realidad social comentada y también la realidad política, los tantos presidentes que no pudieron terminar su mandato y las elecciones en las que hubo un sector de la población que no podía elegir a sus representantes porque había un partido que estaba vetado. Como es fácil observar, sólo terminaron sus presidencias a partir de 1930, Perón la primera presidencia, Menem las dos, NK una presidencia y por ahora, CF una y la otra si es capaz de superar todos los intentos de des-estabilización evidentes. También es interesante observar que, salvo cuando el peronismo estuvo proscripto, los presidentes electos fueron representantes de ese partido desde el 46. Y por eso, también, la necesidad del otro sector, no mayoritario pero que se siente «superior» de desestabilizar todo lo necesario para modificar ese camino y volver a la «república ideal» inherente al país.
Es posible que pronto aparezcan teorías en el mundo que planteen que las mayorías no saben elegir…y des-legitimen el sistema de la democracia actual. Es cierto que los intereses de poderes que son ajenos a los países inciden o presionan, pero lo que intento entender es por qué hay sectores en cada país que se sienten solidarios con esas presiones por empatía o quizás, simplemente, porque los que lo dirigen se convierten en socios del poder mundial.
Interesante respuesta de un apmigo que agrego al texto:
parece quedar claro que apreciaciones, posturas y tendencias, y también lecturas, en relación con la situación política de Argentina. Desde esa posición, yo también estoy consternado por la corriente de odio sin medida conque se plantea la postura política, no de toda la oposición, sino de personas que por lo general se consideran a sí mismas apolíticas. Pero también se consideran importantes, visiblemente: socialmente importantes. Es visceral, intenso y profundo, y para peor, muy muy poco inteligente, incluso de personas que uno tiene ubicadas como inteligentes. Y también desagradable, por el tufo de altivez conque se manifiestan. Después están los otros sectores, del mismo lado, que tienen bastante claro lo que hacen, y porqué lo hacen. Esto es complejo, porque no es un sector, sino una red de intereses y de posturas, que abarcan el escenario mundial, con toda la batería de prensa mundial, por un lado; intereses empresarios, por otro, sobre todo los de las empresas que forman parte de redes internacionales, y la fuerte costra de resentimientos que inevitablemente han despertado los juicios a los militares, los que ya se han sustanciado y los que todavía están en el horizonte. Ellos y sus familiares y allegados consideran que son presos políticos.
Pero la actitud de afiebrado odio de la clase media , la media opulenta, la media media y la media baja, es aplastante, por lo irracional: no admite puentes de discusión. Es bastante desgastante vivirlo en cuerpo presente. Y ojo que no es cosa tan simple como «los de arriba versus los de abajo». Se está dando en gran medida como amigos versus amigos; parientes versus parientes; compañeros de trabajo versus compañeros de trabajo. Porque en el tablero general no se trata solamente de odios y desprecios de clase, sino de concepciones de país. A veces, con mezclas malsanas de las dos motivaciones. Sé que esto pasó también en la guerra civil española. No es posible predecir el futuro pero espero que no se llegue a ese punto aquí.
A raíz de algo que vi en Facebook sigo (22/3/2015):
Me parece que la idea de camino, de trayectoria, ha desaparecido en la cultura del siglo XXI y creo que tampoco se tiene conciencia de la importancia y la influencia de la revolución de la tecnología informática y su efecto sobre las sociedades y las personas que asumen la inmediatez como módulo temporal.. Por otra parte, creo que ya no se aprecia que un país valorice el efecto dinamizador, sobre la sociedad y la economía, del control de las infraestructuras y más bien tiende a pensarse todo como un negocio que debe dar ganancias directas porque la cultura de las finanzas y los beneficios impera a nivel personal y social. Tampoco parece fácil valorar, sin comparar lo que ocurre en otros países y lo que cuesta allí a los estudiantes, la universidad tan universalizada y tan gratuita algo que viene desde el 49 y por suerte nadie frenó, y la proliferación de la investigación que resulta un cambio fundamental, en relación con la época de «alpargatas sí, libros no», Que yo sepa, Argentina es de los pocos países que tienen la capacidad de dar nivel cultural y técnico a tanto porcentaje de población.lo que es imprescindible para la transformación del país, y también un apoyo para la transformación de latinoamérica por la cantidad de extranjeros que realizan estudios de grado y posgrado en el país, Creo que eso resulta imprescindible para el desarrollo de capacidades que permitan la producción industrial y la revolución en el modelo energético, asumiendo los conceptos del crecimiento sostenible y la ecología a nivel del campo y de las ciudades, que están pendientes. . Por otra parte,es lamentable la evolución de la sociedad humana que ha democratizado los vicios además de las virtudes, universalizando el uso de drogas y.también parece ser universal el prejuicio y el deseo de no ver a la gente que no ha logrado integrarse en una sociedad tan compleja como es la actual y cuesta aceptar la conveniencia de hacer el esfuerzo para que puedan acceder a otro nivel de integración ni aceptar las ayudas que deben implementarse para ello.