Pequeña habitación umbría
oscuridad iluminada
por las miradas brillantes
por las sonrisas
por sentimientos que fluyen
a través de los besos
de las manos
de las caricias
por intensos placeres
de dos cuerpos
que vibran
que tiemblan
que palpitan
que apasionados
se hurgan
se superponen
se introducen
que por fin se funden
se confunden
se unifican
Amplia habitación
donde el sol penetra
luminosidad oscurecida
por no tener ninguna mirada
ninguna sonrisa
ningún beso
ninguna caricia
Las luces y las sombras
de la vida
que en su girar
las encuentra
las goza
las padece
No vemos la luz
si no matamos las sombras
no vemos las sombras
si no ocultamos la luz
Claroscuro de la existencia
que la va tejiendo
y así va ocurriendo
nuestra historia
29 / 11 / 2002