Para concurso : Ombligo – presentada como Tortuga Negra
Sus brazos de madre, que lo querían seguir rodeando, formaban a su alrededor una cárcel que lo asfixiaba.
Él tenía que volar como un pájaro. Rompió el círculo y, poco a poco, le fue cortando los brazos.
Ella sintió un dolor agudo en el lugar de sus miembros amputados. Su angustia la sumió en una oscuridad penetrante.
Él desplegó sus alas y planeó, feliz, en lo alto.
Ella lo miró desde abajo, conmocionada. Una lengua de fuego comenzó a arder en sus entrañas. Algo nuevo nacía de esas llamas.
20 de julio, 2002