Para Concurso: Infidelidad amorosa
Durante estos veinte años de pasión y ternura en los que crecimos juntos, nos conocíamos en profundidad, nos comunicábamos sin mentiras. Lo amaba como ser humano, no por el rol que ahora tenía..
Un enjambre de mujeres, jóvenes y maduras, lo veneraban y seguían.
Se entregó a uno de esos tiernos brazos que lo halagaban con su incondicional admiración y permanente sonrisa.
De ese modo el personaje fue creciendo, mientras enterraba lentamente al hombre que le daba cabida y con él a la mujer de su vida.
30 de octubre,2001