Para concurso: Masturbación
Echada en el cómodo sofá, escuchando la suave melodía y aspirando pausadamente el humo de un cigarrillo, miraba su habitación con cariño.
Cambiaría el color. Blanco? no, era el que tenía. Amarillo? quizás. Rojo? demasiado excitante. Azul? demasiado sedante Violeta? Demasiado espiritual, Verde? De hospital mental. Y si no lo pinto? Y si lo empapelo? Y si sí, y si no, y si ni?
Ella se regodeaba cada vez más con sus interminables devaneos hasta que sintió cómo su cerebro se fundía en el torbellino de su excitante actividad.
Minutos después se quedó dormida y el arco iris inundó dulcemente sus sueños.
30 de agosto de 2001