Para concurso: Masturbación
Era una cálida noche de verano. Ella despertó sintiendo que sus hábiles manos la exploraban.
Se dejó acariciar, gozando en cada curva y en cada hueco de su cuerpo erizado buscando provocar más caricias con sutiles movimientos acompasados.
Una ola de calor la invadió hasta que, en el paroxismo del placer, sintió cómo su cuerpo se fundía entre el ardor de esas manos.
Se dio vuelta para abrazarle pero sólo encontró un vacío a su lado. Encendió la luz y vio cómo el gran espejo reflejaba la amplia cama con la imagen de su cuerpo solitario.
30 de agosto de 2001